CONTRATOS INTELIGENTES: COMPROMISOS AUTOGESTIONABLES 100% TRANSPARENTES
Una plataforma de Blockchain permite establecer acuerdos empresariales con mecanismos de cumplimiento y sin intermediarios.
Ciudad de México Noviembre de 2018 – Todos los días, empresas e instituciones deben firmar contratos para su operación cotidiana. Puede ser la adquisición de materias primas para un proceso de producción, la contratación de un seguro que cubra el valor de los activos, un convenio laboral con un empleado o la compraventa de bienes o servicios… Sin embargo, en el día a día hay una serie de actividades que deben realizarse para dar seguimiento al contrato, como la confirmación del evento objeto del contrato, dar la orden para un pago, la ejecución de la transferencia de valores y la liquidación del contrato. Esto puede cambiar en forma radical con los contratos inteligentes.
Los contratos inteligentes fueron propuestos por primera vez en 1994 por Nick Szabo, un científico informático estadounidense que inventó una moneda virtual llamada "Bit Gold" en 1998 (sí, 10 años antes de los Bitcoins). “Se trata de documentos electrónicos autoejecutables conforme a los términos que suscribieron las partes involucradas. Los cláusulas del acuerdo se escriben directamente en líneas de código a través de una plataforma de Blockchain descentralizada y distribuida. Así, es posible realizar transacciones y acuerdos confiables, sin la necesidad de una autoridad central o un mecanismo de cumplimiento externo, porque las transacciones son completamente trazables, transparentes e irreversibles”, afirma Oscar Sosa, CMO de Katun.
Esto es posible porque al momento de suscribir el contrato, el sistema se asegura previamente de que cada uno de los involucrados tenga la posibilidad de cumplir con sus respectivas obligaciones (capacidad de entrega del producto o servicio, así como la capacidad de pago). Así, los contratos inteligentes permitirán que empresas desconocidas entre sí puedan hacer negocios de manera confiable y sin necesitar un intermediario.
Una vez que el contrato queda suscrito, el software automatizará el cumplimiento de las promesas adquiridas, de tal forma que cuando ocurre el evento objeto del contrato en automático se ejecutan las cláusulas contractuales consecuentes. Por ejemplo, cuando un proveedor surte un pedido y la empresa que lo recibe da la notificación en el sistema, automáticamente se transfieren los valores acordados y se liquida el contrato.
Sin embargo, esta tecnología aún enfrenta el reto de lograr la validez legal, lo que implica la integración de especialistas en leyes al momento de escribir el código.
“Los contratos inteligentes tienen un alto potencial para simplificar y automatizar procesos legales y financieros sin la necesidad de un intermediario que no aporta valor al negocio. También es posible controlar el comportamiento de los involucrados en el contrato, ya que se realiza una auditoría en tiempo real y evaluaciones de riesgos constantemente, aspectos que ayudan a asegurar su cumplimiento”, concluye Sosa.