Perspectiva económica y del mercado para 2018: riesgos crecientes para el status quo

Perspectiva económica y del mercado para 2018 perspectivas economicas

Perspectiva económica y del mercado para 2018: riesgos crecientes para el status quo

Perspectiva económica y del mercado para 2018: riesgos crecientes para el status quo

La perspectiva económica global: ¿un miedo la inflación?


La baja volatilidad de los mercados financieros enfatiza la convicción de los inversionistas
de que las tendencias económicas globales a largo plazo de crecimiento modesto e
inflación moderada también definirán los ciclos a corto plazo. Sin embargo, los riesgos
están en confundir la tendencia con el ciclo.

El riesgo más pronunciado en nuestra perspectiva de 2018 es que los mercados laborales
globales que ya están constreñidos se reduzcan más, lo que finalmente llevaría a un
repunte cíclico en la inflación. Un aumento rápido en los salarios o la inflación en 2018
podría llevar a que los mercados anticipen una normalización más agresiva de las tasas
de interés históricamente bajas de lo que los bancos centrales ya están llevando a cabo o
contemplando, y de esa manera producir una rápida sacudida al mercado.

Perspectiva de inversión global: mayores riesgos, menores rendimientos

Para el año 2018 en adelante, nuestra perspectiva de inversión es modesta, en el mejor
de los casos. Es poco probable que las valoraciones elevadas, la volatilidad baja y las
tasas de interés temporalmente bajas sean aliados para rendimientos sólidos del mercado
financiero en los siguientes cinco años. Los riesgos negativos son más elevados en el
mercado de renta variable que en el mercado de bonos.

Nuestra opinión es que la solución a este desafío no son los nuevos objetos brillantes ni
cambios agresivos de las tácticas. Más bien, nuestra perspectiva de mercado enfatiza la
necesidad de que los inversionistas se mantengan disciplinados y diversificados
globalmente, armados con expectativas de rendimiento razonables y estrategias de
costos bajos.

Crecimiento económico: la clave es el desempleo y no el crecimiento

Esperamos que el crecimiento económico en los mercados desarrollados continúe siendo
moderado en 2018, mientras que el fuerte crecimiento de los mercados emergentes
debería suavizarse un poco. No obstante, en esta etapa del ciclo, los inversionistas
deberían prestar más atención a las tasas de desempleo bajas que al crecimiento del PIB.

Vemos que las tasas de desempleo bajas en muchas de las economías están
disminuyendo aún más. Mejorar los fundamentos económicos en los Estados Unidos y
Europa debería ayudar a compensar la debilidad en el Reino Unido y Japón. Los
continuos esfuerzos de China para reequilibrarse de ser un exportador intensivo de capital
a una economía más basada en el consumidor siguen siendo un riesgo, al igual que la
necesidad de ajustes estructurales al modelo de negocios en las economías de los
mercados emergentes. No anticipamos un “aterrizaje forzoso” chino en el 2018, pero la
economía china debería desacelerarse.
Inflación: secularmente baja, pero aumentando cíclicamente

Las perspectivas anteriores de Vanguard anticiparon correctamente que las fuerzas
seculares de la globalización y la alteración tecnológica dificultaría más el logro del 2% de
inflación en los Estados Unidos, Europa, Japón y en otras partes. Se mantiene nuestra
opinión sobre la tendencia, pero el ciclo puede variar.

En 2018, el impacto del crecimiento de factores cíclicos como la constricción de los
mercados laborales; el crecimiento global estable y más amplio, y un nadir potencial en
los precios de las materias primas es probable que empuje más alto la inflación global
desde puntos cíclicos más bajos. La relación entre las tasas de desempleo más bajas y
los salarios más altos, declarados muertos por algunos, debería empezar a resurgir en
2018, empezando en los Estados Unidos.

Política monetaria: el final de una era

El riesgo en 2018 es que un rebote en los salarios más alto de lo esperado, a un punto en
que el 80% de las principales economías (ponderado por la producción) estén con pleno
empleo, puede llevar a los mercados a reflejar en el precio un proceso o ritmo más
agresivo de la normalización de la política monetaria global.

El candidato más probable es Estados Unidos, donde se espera que la Reserva Federal
aumente las tasas al 2% para finales de 2018, un ritmo más rápido de lo anticipado por el
mercado de bonos. El Banco Central Europeo probablemente está a dos años de
aumentar las tasas o reducir sus compras de bonos, aunque un aumento cíclico podría
llevar a una sorpresa en el mercado. En general, hay una alta posibilidad de sacudidas
inesperadas a la economía durante esta fase de restricción, al igual que la posibilidad de
que la reducción del balance general tendrá un impacto impredecible en los precios de los
activos.

Perspectiva de inversiones: una órbita más baja

El cielo no se está cayendo, pero nuestra perspectiva de mercado se ha atenuado. Desde
los momentos más extremos de la crisis financiera global, la perspectiva a largo plazo de
Vanguard para los mercados globales de renta variable y bonos se ha vuelto más
precavida gradualmente (evolucionando de alcista en 2010 a formativa en 2012 a
cautelosa en 2017) a medida que los rendimientos del mercado han aumentado (y hasta
sobrepasado) con fundamentos mejorados.

Aunque estamos presionados con encontrar evidencia convincente de burbujas

financieras, las primas del riesgo para muchas clases de activos parecen escasas. La
línea divisoria eficiente de los rendimientos esperados del mercado para una unidad de
riesgo de la cartera ahora ronda en una órbita más baja.

Con base en nuestras medidas de valor justo; en la valoración de las acciones, se deterioró un poco la perspectiva a mediano plazo para las inversiones de renta variable
globales y ahora está centrada en el rango del 4% al 6%. Los rendimientos esperados
para el mercado de acciones de Estados Unidos son más bajos que los de otros
mercados, enfatizando los beneficios de las estrategias globales de las inversiones de
renta variable de cara a rendimientos esperados más bajos.

A pesar del riesgo de una aceleración a corto plazo en el ritmo de la normalización de la
política monetaria, el riesgo de un aumento importante en las tasas de interés a largo
plazo continúa siendo modesto. Por ejemplo, nuestro cálculo del valor justo para el
parámetro de referencia del rendimiento de los Bonos del Tesoro de EE. UU. a 10 años
todavía se encuentra cerca del 2.5% en 2018. En general, el riesgo de una corrección en
los activos de renta variable y otros activos con un beta alto está proyectado que será
considerablemente más alto que para las carteras con inversiones de renta fija de gran
calidad; se espera que las carteras equilibradas obstaculicen un aumento en la volatilidad
del rendimiento.



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